Jorge Luis BORGES: "Nadie puede leer dos mil libros. Yo no habré pasado de una media docena. Además no importa leer, sino releer."

lunes, 13 de abril de 2015

S.T.T.L. Eduardo Galeano

 

El siglo veinte, que nació anunciando paz y justicia, murió bañado en sangre y dejó un mundo mucho más injusto que el que había encontrado.

El siglo veintiuno, que también nació anunciando paz y justicia, está siguiendo los pasos del siglo anterior.

Allá en mi infancia, yo estaba convencido de que a la luna iba a parar todo lo que en la tierra se perdía.

Sin embargo, los astronautas no han encontrado sueños peligrosos, ni promesas traicionadas, ni esperanzas rotas.

Si no están en la luna, ¿dónde están?

¿Será que en la tierra no se perdieron?

¿Será que en la tierra se escondieron?

Eduardo GALEANO, Espejos.

S.T.T.L. Günter Grass


Pues sí: soy huésped de un sanatorio. Mi enfermero me observa, casi no me quita la vista de encima; porque en la puerta hay una mirilla; y el ojo de mi enfermero es de ese color castaño que no puede penetrar en mí, de ojos azules.

Por eso mi enfermero no puede ser mi enemigo. Le he cobrado afecto; cuando entra en mi cuarto, le cuento al mirón de detrás de la puerta anécdotas de mi vida, para que a pesar de la mirilla me vaya conociendo. El buen hombre parece apreciar mis relatos, pues apenas acabo de soltarle algún embuste, él, para darse a su vez a conocer, me muestra su última creación de cordel anudado. Que sea o no un artista, eso es aparte. Pero pienso que una exposición de sus obras encontraría buena acogida en la prensa, y hasta le atraería algún comprador. Anuda los cordeles que recoge y desenreda después de las horas de visita en los cuartos de sus pacientes; hace con ellos unas figuras horripilantes y cartilaginosas, las sumerge luego en yeso, deja que se solidifiquen y las atraviesa con agujas de tejer que clava a unas peanas de madera.

Con frecuencia le tienta la idea de colorear sus obras. Pero yo trato de disuadirlo: le muestro mi cama metálica esmaltada en blanco y lo invito a imaginársela pintarrajeada en varios colores. Horrorizado, se lleva sus manos de enfermero a la cabeza, trata de imprimir a su rostro algo rígido la expresión de todos los pavores reunidos, y abandona sus proyectos colorísticos.

Günter GRASS, El tambor de hojalata.

miércoles, 1 de abril de 2015

Libros de marzo

 
  • El Alcázar de Toledo. Franco hacia la jefatura del Estado
  • La marcha hacia Madrid. Objetivo: Toledo
  • Historia de un despropósito
  • El camino de vuelta
  • Aforismos, visiones y sueños
  • Escribir ficción. Gotham Writers’ Workshop
  • Desde mi cielo
  • Ricky B. Una historia oficialmente imposible
  • La aventura de la reconquista
  • Antología del disparate
  • Califas, guerreros, esclavas, eunucos
  • Palabras que tienen historia
  • Germania
  • La aventura de los godos
  • Carrillo miente
  • El nacimiento de una leyenda africana
  • Pensadores temerarios
  • El capitán salió a comer y los marineros tomaron el barco
  • El arte de la guerra
  • El francotirador