“Los indicadores realmente resultan difíciles de creer desde Europa. Resulta inimaginable decir que lo que gana un funcionario público en 1991 equivale al 8 % de lo que ganaba en 1979. Resulta realmente increíble afirmar que el sueldo de un maestro en el Perú se encuentra alrededor de 50 $ y que el galón de gasolina cuesta 3 $. Y esto resulta inverosímil porque a primera vista, con estas cifras, la gente simplemente se muere de hambre. El propio Marx creía que cuando los salarios caían por debajo del mínimo vital la gente sencillamente dejaba de trabajar, pero la experiencia peruana demuestra que esto no es así. La alternativa es pasar, primero, a hacer dos trabajos y posiblemente tres y hasta cuatro trabajos para compensar la caída de los ingresos.”
Nelson MANRIQUE, “Violencia en el Perú: el caso de Sendero Luminoso” (Aurora MARQUINA ESPINOSA, El ayer y el hoy: Lecturas de Antropología Política. El futuro. Volumen II, UNED, Madrid, 2004.)
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