Aunque sea con engaños, que me ilusione ahora,
que no sienta el vacío de mi vida.
Tantas veces estuve tan cerca,
pero, como me paralizaba, como me intimidé,
cerrada permaneció mi boca,
llorando dentro de mí el alma vacía,
hundidos en el duelo mis deseos.
Tantas veces estuve tan cerca
de tus ojos y de tus insinuantes labios,
del soñado, del amado cuerpo.
Tantas veces estuve tan cerca...
C.P. CAVAFIS, Antología poética, Alianza Editorial, Madrid, 1999.