11.45 El espécimen que ahora estoy investigado (Rsn-75) permanece toda la mañana en su oficina, escribiendo en un aparato muy primitivo que los terrícolas llaman ordenador personal. Puedo comprobar que Rsn-75 no muestra mucha destreza tecleando: sólo utilizaba dos dedos.Velocidad de 30 palabras por minuto.
18.50 Rsn-75 sale del trabajo. Por lo que le he podido entender –ha intercambiado crípticos mensajes con Mrd-75–, se dirige a lo que los terrícolas llaman salón de belleza. Pensé que querría cortarse el pelo –lo tiene muy largo–, pero mi hipótesis se demostró equivocada.
19.00 Rsn-75 entra en una minúscula habitación donde una operaria comienza a masajearle la cara. Luego, la misma operaria pasa a estrujarle la nariz. Rsn-75 hace gestos de dolor, pero no dice nada ni se queja. Finalmente, la operaria le cubre de engrudo la cara y la deja sola.
No sé exactamente el objetivo de todo esto. Los terrícolas tienen una expresión (“tocar las narices”), que viene a significar molestar al prójimo. Quizá el sujeto Rsn-75 esté tratando de desarrollar una mayor resistencia al tocamiento de su nariz. Me parece una buena explicación. Lástima que nosotros, los habitantes del planeta Mlob, carezcamos de esa extraña protuberancia facial.