Jorge Luis BORGES: "Nadie puede leer dos mil libros. Yo no habré pasado de una media docena. Además no importa leer, sino releer."

domingo, 9 de enero de 2011

CONRAD: El agente secreto

"Su diaria partida de whist en el club era el hábito más reconfortante de su vida, una exhibición generalmente de gran éxito de su habilidad sin la ayuda de ningún subordinado. Se metía en el club de cinco a siete, antes de ir a cenar a su casa, y durante esas dos horas olvidaba cualquier aspecto desagradable de su existencia, como si el juego fuese una medicina beneficiosa para aliviar los accesos de disconformidad moral."
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"Pero Stevie había tropezado antes de los cinco minutos de haber quedado solo. Y el señor Verloc quedó moralmente hecho pedazos. Lo había previsto todo menos eso."
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"En aquel golpe profundo, propinado por encima del costado del diván, había puesto todo el legado de su inmemorial y oscura ascendencia, la ferocidad simple de la edad de las cavernas, y la furia desequilibrada y nerviosa de la edad de las tabernas baratas."
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"Lo encontré bajo los efectos de la reacción que sigue al esfuerzo del delito."
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"En su larga experiencia con los huéspedes, había adquirido una deprimente aunque resignada noción del lado extravagante de la naturaleza humana."

Joseph CONRAD, El agente secreto, Cátedra, Madrid, 1995.