El problema que acompleja a los que nos mandan en este momento en nuestro país no radica en que sean, lo que se dice, «los mismos», sino en que «sigan haciendo lo mismo». Llámense censuras y coartaciones a la libertad de expresión, malos tratos en determinadas instituciones, discrirninacíones partidarias, parcial administración de la justicia, partidaria y dirigida acción e inacción policial y, así, un largo etcétera, lo que nos conturba a los españoles es que nuestros gobernantes, de los cuales somos harto sabedores de su verbal abdicación de su pasado, persisten empecinadamente en idénticas actuaciones a las pretéritas. Me resigno de buen grado en ser gobernado por los mismos, pero les invitaría desde aquí a que dejaran de hacer lo mismo que siempre hicieron.
El País, viernes 15 de agosto de 1980.
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