Era un chico de familia muy católica, y esto me da mucha vergüenza reconocerlo, hasta que a los catorce años me enamoré de una chica. Pero al final del verano regresé a Barcelona y tuve la mala idea de ir a leer un libro de Unamuno, San Manuel Bueno Mártir. Fue terrorífico. Me armó un lío tan gordo, que perdí la fe, me di al tabaco… Con Unamuno me hice un lío tan grande que todavía no lo he arreglado. Porque éste se dedica a liarte y, además, te lo dice. La literatura era un chaleco salvavidas. Era un desubicado y tenía que agarrarme a algo, así que lo hice a la literatura. Era lector desde muy pequeño, pero después de Unamuno todo cambia. A partir de ese momento leí a brazo partido, como si me fuera la vida en ello, buscando las seguridades y la supervivencia. En Wikipedia dice que Javier Cercas leyó a Borges a los 15 años y que entonces se hizo escritor. Totalmente falso. Fue justo lo contrario: leí a Borges a los 15 años y lo que hizo fue aplazar mi atrevimiento a escribir. Empecé a escribir muy tarde por culpa de Borges.
Peio H. RIAÑO, Empecé a escribir tarde por culpa de Borges.
El Confidencial, sábado 8 de junio de 2013.