Sancho Panza repitió, palabra por palabra, la descripción que el difunto don Quijote le había hecho de Dulcinea. Verde de envidia, Aldonza masculló:
–Conozco a todas las mujeres del Toboso. Y le puedo asegurar que no hay ninguna que se parezca ni remotamente a esa que usted dice.
Marco DENEVI, Falsificaciones, Thule Ediciones, Barcelona, 2008.