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“Muchos se quejaban de la calidad de la comida, pero a mí me parecía que, tomando en consideración dónde nos encontrábamos, no merecía reproches.”***
“Poco a poco fui aprendiendo que las condenas son de años, pero se consumen día a día, porque un día en prisión se asemeja a una eternidad.”***
“La cárcel es para pagar, y cada uno paga lo que piensa. Si no piensa, no hay cárcel. Si duerme, no paga. Si ve la tele y se concentra en ella, no paga. Si lee y se olvida de otras cosas, no paga.”***
“La cárcel no es igual para todos. Cada uno tiene su cárcel y cada uno paga su cárcel.”***
“Nos despedimos y poco después sentimos, una vez más, el chirriante sabor metálico del chapado de la puerta.”Mario Conde, Memorias de un preso, Ediciones Martínez Roca, Madrid, 2009.