"Percibió el olor a aceite de la pistola distante solamente un centímetro de su ojo."
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"Parecía una vaca pastando plácidamente al borde de un pantano, sin presentir lo que estaba oculto en las sombras desde soplaba el viento, espiándole."
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"Sé que vive solo y que lee hasta altas horas de las noche. Que fuma una clase de marihuana bastante mediocre."
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"Está convencido de que tiene un defecto enorme. Y hasta donde alcanza su memoria, ha tenido siempre terribles sensaciones que no consigue comprender."
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"El reverendo pasa gran parte del tiempo escribiendo a una muchacha que conoció cuando iba a la escuela secundaria. Nunca las envía, las guarda celosamente en una cajita de lata en su escritorio."
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"Como a muchos hombres con ocultas inseguridades, le encantaba la nomenclatura de las armas."
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"Margaret no era una persona muy suspicaz, pero gradualmente comenzó a darse cuenta de que Lander no era exactamente lo que ella había pensado."
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"Estaban vestidos con unos sucios pijamas negros, y llevaban unos limpios y relucientes rifles automáticos AK-47."
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"En primer plano podía verse la sombra de la persona que había tomado la fotografía. Miraba más a esa sombra que a su esposa e hijas."
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"Escribía lenta y cuidadosamente. Tenía miedo de que, de hacerlo más de prisa, la pluma se le escapara de las manos y escribiera algo que no quisiera ver."
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"Mire, puede hacer lo que quiera conmigo, como posiblemente hará, pero seguiré sin saberlo."
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"Abrazada a una camisa de Kabakov impreganada por el aroma de sus cigarrillos."
Thomas HARRIS, Domingo negro, Bruguera, Barcelona, 1983.
