"A lo mejor logro captar el quid oculto bajo la superficie, en la cual no hay nada que llame la atención: profesor de instituto, Stepik está permanentemente ocupado, pues entre las clases, la preparación de informes, las lecturas, etcétera, tiempo no le sobra. Enseña todo lo bien que sabe, hace todo lo que puede, no coge bajas. Tiene una habitación alquilada, ahorra para una moto y en verano visita excavaciones arqueológicas. Estas cosas le gustan y proporcionan satisfacción a su vida. Pero carece por completo de una satisfacción pedagógica, no puede presumir de ningún éxito como educador. ¡Al contrario! Stepik no consegue salir de su permanente Waterloo pedagógico."
Ryszard KAPUSCINSKI, La jungla polaca, Anagrama, Barcelona, 2008.