"Es una oportunidad que tienes de enmendar el camino. Te conviene tomar alguna decisión antes de hundirte del todo."
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"Bebía y puteaba tanto que no me habrían aceptado ni en el infierno."
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"Hay menos alegría en la taberna que en el camino que conduce a ella."
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"Desmontó con la paciencia de alguien habituado a bregar con incompetentes."
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"Buscadores de oro. Degenerados ambulantes que avanzaban hacia el oeste como una plaga heliotrópica."
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"Los miró con calma. Asquerosos, harapientos, medio locos. Cada noche hacían incursiones al arroyo en busca de leña y agua y habían estado alimentándose de un mulo que yacía destripado y pestilente al fondo del patio."
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"Eran hombres de otra época, por más que tuvieran nombres cristianos."
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"La aurora humeaba y los jinetes harapientos y ensangrentados parecían menos un grupo de vencedores que la retaguardia de un ejército maltrecho en plena retirada por los meridianos del caos y de la noche vieja."
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"Pasaban por aldeas y se quitaban el sombrero para saludar a gente a la que asesinarían antes de que terminara el mes."
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"La libertad de los pájaros es un insulto. Yo los metería a todos en un zoológico."
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"Antes de que el hombre existiera, la guerra ya le esperaba. El oficio supremo a la espera de su supremo artífice."
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"El universo entero no ha hecho más que arrastrarse hacia ese instante en que sabrá si va a morir a manos del otro o este a las de él."
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"Fuiste el único que guardaste en tu alma un poco de clemencia para con los paganos."
Cormac McCARTHY, Meridiano de sangre, Debolsillo, Barcelona, 2009.
Cormac McCARTHY, Meridiano de sangre, Debolsillo, Barcelona, 2009.
