Jorge Luis BORGES: "Nadie puede leer dos mil libros. Yo no habré pasado de una media docena. Además no importa leer, sino releer."

lunes, 6 de febrero de 2012

Los impíos serán castigados y precipitados en las llamas


Juro por la aurora, por la décima noche del mes, por los pares y los nones, que los impíos serán castigados y precipitados en las llamas, en las cuales no podrán morir. Criamos el infierno para castigo de los ángeles rebeldes y para los hombres que tienen corazón y no sienten los estímulos de la virtud, que tienen ojos y no la ven, oídos y no la oyen. Allí castigaré a los impíos, a los que despreciaron su existencia, a los que desobedecieron mis preceptos, a los que no quisieron creer en la unidad de un Dios Omnipotente y a los que se comieron el pan de los pobres. Los tesoros del mundo no podrán redimirlos y su miseria no tendrá fin; los haré quemar en un fuego eterno y renovaré su piel para que se quemen de nuevo; el infierno será su lecho, el fuego su alimento, y en vano pedirán remedio contra el bronce fundido en que serán precipitados y que será su bebida. Si tratan de salir serán golpeados con mazas de hierro y gritarán: "¡Pluguiese a Dios que yo volviese a la tierra, que entonces sería del número de los creyentes!" Preguntarán al que dirige el fuego infernal: "¿Nos librará tu Señor de estos tormentos?" Y les responderá: "Sufriréis por toda la eternidad." Dios preguntará al infierno: "¿Estás lleno?" Y el infierno responderá: "¿No hay más?"

Corán, cap. de la Aurora, de la Persecución, de los Limbos, de la Prueba, de las Mujeres, de la Vaca, de la Gratificación, de la Cosa juzgada.

Jorge Luis BORGES, Adolfo BIOY CASARES, Libro del cielo y del infierno, Emecé, Barcelona, 2002.