Cumplir 40 tacos es un shock para mucha gente. Para algunos es el comienzo del camino hacia la senectud. Para otros es cuando empieza lo bueno. Mis padres cuando los cumplieron eran personas mayores, tenían hijos, un trabajo, coche. Fijaos, una sola generación y cómo ha cambiado todo. ¡Cuánto me alegro de que así sea! Hoy tener 40 tacos no se parece en nada a los 40 de nuestros padres. Existe un velo transparente que cuando te lo pones te conviertes en un carroza. Ese velo hoy en día te lo pones si te da la gana. Puedes seguir la corriente y convertirte en un clon de tu padre, o vivir tu propia vida con tus reglas. Puedes tener esposa, hijos, un trabajo, coche, y una bonita hipoteca. O puedes pasar de todo e ir a tu bola, pasando de lo que digan los demás. Muchos hacen lo que han visto hacer en otros, y nunca se preguntan por qué. Sus padres se casaron y tuvieron hijos; pues bien, hay que hacer eso, y no preguntes por qué. No veo en la tele debates sobre si es bueno traer a unos cuantos vastagos a la tierra; es algo que se da por hecho. Tampoco veo programas donde expliquen los pros y contras de tener esposa. De lo fundamental poco se trata; todo se queda en la superficie, en ruido y alboroto.
Ignacio ALLENDE FERNÁNDEZ, 02/06/2009.