- Todo el mundo será reformado por el trabajo.
- No robaréis.
- Diréis siempre la verdad a Angkar.
- Obedeceréis a Angkar en cualquier circunstancia.
- Está prohibido expresar sentimientos: alegría, tristeza.
- Está prohibido sentir nostalgia del pasado, el espíritu no debe extraviarse.
- Está prohibido pegar a los niños, porque de ahora en adelante son los niños de Angkar.
- Los niños serán educados por Angkar.
- Jamás os quejaréis de nada.
- Si cometéis un acto contrario a las directrices de Angkar, haréis autocrítica en público en las reuniones diarias de adoctrinamiento, que son obligatorias para todos.
Denise AFFONÇO, El infierno de los jemeres rojos. Testimonio de una superviviente, Libros del Asteroide, Barcelona, 2010.