Jorge Luis BORGES: "Nadie puede leer dos mil libros. Yo no habré pasado de una media docena. Además no importa leer, sino releer."

domingo, 17 de octubre de 2010

Camboya: en el país del crimen desconcertante

"¡Entre el 46 y el 54 por 100 de la población había sido empujada a las carreteras!"
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"Inflexibles soldados que no sonreían nunca los empujaban."
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"Los jemeres rojos habían ordenado la destrucción de todos los documentos de identidad, lo cual permitió a numerosos antiguos funcionarios o militares forjarse una personalidad nueva y, con un poco de suerte, sobrevivir."
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"Pol Pot aseguró que sólo unos miles de camboyanos han podido morir a consecuencia de errores en la aplicación de la política consistente en dar abundancia al pueblo."
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"La Constitución de 1976 de la Kampuchea democrática indicaba oportunamente que el primer derecho de los ciudadanos era trabajar."
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"El porvenir tal vez fuese radiante, pero el presente era desastroso."
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"Se alcanzaron extremos insospechados, incluso para un país pobre: disputar a los cerdos el salvado de su comedero, o celebrar un banquete con ratas de campo."
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"Existía un canibalismo de venganza: Ly Heng menciona un soldado jemer rojo desertor, obligado, antes de su ejecución, a comerse sus propias orejas."
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"Paradoja del régimen de los jemeres rojos: afirmó querer crear una sociedad de igualdad, de justicia, de fraternidad, de olvido de uno mismo, y, como los demás poderes comunistas, provocó un frenesí inaudito del egoísmo, del cada uno para sí, de la desigualdad convertida en poder, de la arbitrariedad. Para sobrevivir, en primer lugar y sobre todo, había que saber mentir, engañar, robar y permanecer insensible."
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"En cuanto al salvajismo de los jemeres rojos, encontraría su origen en la contradicción no asumida entre la desmesura de las ambiciones y el peso de las limitaciones."
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"Sihanuk tuvo preadolescentes entre sus guardianes, que se distraían torturando gatos."
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"La motivación de muchos, de acuerdo con la confesión misma de los tránsfugas, era no tener que trabajar y poder matar a la gente."
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"La detención es la prueba de que uno es culpable."
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"Robespierre y Pol Pot: los dos hombres tienen las mismas cualidades de determinación y de integridad."

Jean-Louis MARGOLIN, Comunismos de Asia: entre la reeducación y la matanza (VV.AA., El libro negro del comunismo, Espasa, Madrid, 1998).