Tal y como observo el camino que están llevando los usuarios de las redes sociales, quizá reclame marcharme a otro planeta. A todos ellos sólo les pido una cosa: hagan un buen uso de ellas, compartan conocimientos, intercambien opiniones fundamentadas, recuperen el contacto con personas a las que habían perdido el rastro, pero dejen de encarnarse de forma continua y dañina en porteras de barrio, en cotillas y criticones, y olvídense de ese afán por dar la exclusiva en su cuenta antes que nadie.
La irrupción de internet ha traído consigo un tufillo a tiranía absurda por la que no estoy dispuesto a pasar, ni con ella ni con los que lo fomentan. Lo siento.
Bienvenido el avance, del que me aprovecho en muchos aspectos -para eso está-, pero no me obliguen a cambiar determinadas pautas ya adquiridas a personas de una cierta edad. Mi generación es una bisagra entre una y otra. Estar asistiendo a la desaparición de un mundo es lo peor.
La irrupción de internet ha traído consigo un tufillo a tiranía absurda por la que no estoy dispuesto a pasar, ni con ella ni con los que lo fomentan. Lo siento.
Bienvenido el avance, del que me aprovecho en muchos aspectos -para eso está-, pero no me obliguen a cambiar determinadas pautas ya adquiridas a personas de una cierta edad. Mi generación es una bisagra entre una y otra. Estar asistiendo a la desaparición de un mundo es lo peor.
Mario VAQUERIZO, Haciendo majaradas, Espasa, Barcelona, 2012.