"Son el irresponsable juego de un tímido que no se animó a escribir cuentos y que se distrajo en falsear y tergiversar ajenas historias."
"Más de cuatrocientos millones de toneladas de fango insultan anualmente el golfo de México, despojos de un continente en perpetua disolución."
"Un buen esclavo costaba mil dólares. Algunos cometían la ingratitud de enfermarse y morir."
"Fumando pensativos cigarrillos."
"Ya que está resuelto a matarme, déjeme rezar antes de morir."
"Le abrí de un tajo el vientre, le arranqué las vísceras y lo hundí en el riachuelo."
"Era persona de una sosegada idiotez."
"Con los antiguos apetitos africanos muy corregidos por el uso y abuso del calvinismo."
"El destino, tal es el nombre que aplicamos a la infinita operación incesante de millares de causas entreveradas."
"Lo alcanzó el terrible vehículo que desde el fondo de los años lo perseguía."
"La historia, a semejanza de cierto director cinematográfico, procede por imágenes discontinuas."
"La agonía fue larga y blasfematoria."
"Apetecían la venganza y la venganza debió parecerles inalcanzable."
"Se codeó con rameras y con poetas, y hasta con gente peor."
"Es verdad que en El libro de la precisión las banderas del jalifa son en todo lugar victoriosas, pero el resultado más frecuente de esas victorias es la destitución de generales y el abandono de castillos inexpugnables."
"Delegaba las fatigas de gobernar en seis o siete adeptos."
"La tierra que habitamos es un error, una incompetente parodia. Los espejos y la paternidad son abominables porque la multiplican y afirman."
"Yo hubiera querido estar de una vez en el día siguiente, yo me quería salir de esa noche."
"Las páginas escritas hoy aparecían mañana borradas. Eso le aconteció porque las componía sin convicción."
Jorge Luis BORGES, Historia universal de la infamia, Alianza, Madrid, 1997.