"Sabía que todavía no estaba maduro para hacer de escritor, no había vivido suficiente. Así que he tenido que seguir y esperar, que pasara algo dentro de mí que me obligara a comenzar. No había manera de engañarme a mí mismo en el sentido de creer que estaba maduro para escribir algo. Y no lo estaba... Estaba vacío."
"Creo que es una cosa muy común a todos los escritores, cuando ve que todo el mundo va en una dirección, ellos automáticamente quieren ir por un lado contrario. Por este motivo son escritores. Son criaturas extrañas."
"La gente tiene los jardines delante de sus casas porque no tienen otra cosa que hacer. Tiene su trabajo, de modo que deben hacer algo que no les ocupe demasiado."
"El sexo es una cosa importante, pero no tiene una importancia decisiva. Es menos importante, desde el punto de vista fisiológico, que la defecación."
"Uno que trabaja ocho horas al día con todas las restantes cosas que tiene que hacer, recoger el permiso de conducir, comprar neumáticos nuevos para el coche, pelearse con la novia, comprar comida: a alguien que trabaja ocho horas al día le quedan sólo dos horas o una hora y media libres para sí mismo. ¿Cómo es posible amar la vida si sólo se vive una hora y media por día y se pierden todas las demás horas?"
"Más de una vez bajaba todas las persianas, con contestaba el timbre, a quien llamaba o a lo que fuera durante una semana seguida. Me limitaba a estar tendido a solas en la cama. No ver a nadie, no hacer nada. Es muy gratificante para mí."
"Un barfly es una persona que siempre está en el bar, subsiste allí, lo necesita. Ocultándome en aquel bar, no tenía que trabajar ocho horas al día."
Charles BUKOWSKI, Lo que más me gusta es rascarme los sobacos, Anagrama, Barcelona, 1983.