En el Monte Tabor, el día del Juicio Final cuatro ángeles harán sonar sus cuatro trompetas y resucitarán de la muerte a la vida todos los hombres que hayan muerto desde la creación del mundo, quienes en cuerpo y alma vendrán ante Dios para ser juzgados en el Valle de Josafat. Será el día de Pascua, a la hora en que resucitó Nuestro Señor. El Juicio Final empezará a la misma hora en que Nuestro Señor descendió al infierno y lo exterminó. A esa misma hora aniquilará el mundo y hará conducir a sus elegidos a la gloria y condenará a los demás a las penas perpetuas. Será entonces cuando cada cual tendrá su merecido, bueno o malo, a menos que la misericordia de Dios sobrepase su justicia.
Los viajes de Sir John Mandeville, Cátedra, Madrid, 2001.