Honor a aquellos que en su vida
defendieron unas Termópilas.
Justos y rectos en todos sus actos,
sin jamás apartarse del deber,
pobres pero generosos,
amantes de la verdad
sin por ello odiar a los mendaces.
Más honor aún se les debe
porque saben (y no tienen miedo)
que al fin llegará Efialtes
y que los medos pasarán.
C.P. CAVAFIS, Antología poética, Alianza, Madrid, 1999.