A propósito, ¿me preguntó usted, mi querido amigo, cuál es la fuerza que me impele a seguir luchando? ¿Sí, o son imaginaciones mías? ¿Me preguntó acaso qué es lo que me permite soportar la pobreza, la enfermedad, y, peor todavía, la desesperanza? ¡Buena pregunta, mi joven y querido amigo! Es la misma que me formulé cuando leí por vez primera el Libro de Job. ¿Por qué siguió viviendo y sufriendo? ¿Para tener más hijas, más asnos y más camellos? No. La verdad es que Job siguió adelante por amor al juego de vivir, al juego en sí mismo. Todos jugamos al ajedrez con el Destino. El Destino mueve una pieza, y nosotros movemos otra. El Destino intenta darnos jaque mate en tres jugadas, y nosotros intentamos impedírselo. Nos consta que no podemos ganar, pero sentimos la necesidad de oponer resistencia.
Isaac Bashevis SINGER, Un amigo de Kafka otros relatos, Cátedra, Madrid, 1990.