"Un contable de sesenta y cinco años, el señor Leclerc, que al no tener empleo no comía casi nunca, ha muerto de inanición en las canteras de Gauvin."
"El mendigo septuagenario Verniot, natural de Clichy, ha muerto de hambre. Su jergón ocultaba dos mil francos."
"El señor Septeuil se ha ahorcado: paro."
"Cerca de Villebon, Fromond, que explicaba a otros su miseria, se metió de repente en un horno de yeso en combustión."
"Casi septuagenario y totalmente arruinado, el señor Vincent, antiguo comerciante, se ha abierto la garganta con una navaja en Clichy."
"El cadáver del sexagenario Dorlay se balanceaba en un árbol, en Arcueil, con esta pancarta: Demasiado viejo para trabajar."
Félix FÉNÉON, Novelas en tres líneas, Impedimienta, Salamanca, 2011.