Jorge Luis BORGES: "Nadie puede leer dos mil libros. Yo no habré pasado de una media docena. Además no importa leer, sino releer."

jueves, 31 de marzo de 2011

FÉNÉON: Novelas en tres líneas

"Louis Tiratoïvsky hirió mortalmente, en Aubervilliers, a Mlle Brécourt, y se suicidó. El amor."

"Los señores Weiss, Roubaud, etc., embarcaron en Pouillac. Estudiarán en el Congo la enfermedad del sueño. Los negros duermen demasiado."

"En un duelo a cuchillo por la delgada Adeline, el cestero Capello hirió en el bajo vientre a Monari, domador de osos."

"Entre árabes de Duauda: una pareja ha capturado a un galán demasiado intrépido y lo ha mutilado, anulando para siempre su concupiscencia."

"A las cinco de la madrugada, P. Bourget fue abordado por dos hombres en la calle Fondary. Uno le sacó el ojo derecho, y el otro el izquierdo."

"Vital Frérotte, lavaplatos de Nancy que regresó de Lourdes curado para siempre de la tuberculosis, murió el domingo por error."

"Jules Marty, curtidor, 56 años, y su mujer, 38 años, se han asfixiado en Saint-Ouen. La miseria."

"V. Petit, vecino de Marizy-Sainte-Geneviève (Aisne), quería morir, pero alegre; ingirió dos litros de vino, un litro de aguardiente. Y, efectivamente, murió."

"Scheid, vecino de Dunkerque, disparó por tres veces contra su mujer. Como siempre fallaba, apuntó a su suegra: el tiró acertó."

"Ha muerto, y deja cincuenta mil francos a los hospicios de Tolón, y casi nada a sus herederos."

"En la calle Championet, Hutter, que intercambiaba disparos con Poittevin, de la policía, alcanzó a un curioso, el pequeño Guinoseau."

"Sólo habían retirado 2 kilómetros de hilo telefónico cuando Lefloch, Bataille y Besnard fueron detenidos."

"El médico encargado de la autopsia de Mlle Cuzin de Marsella, muerta misteriosamente, concluyó: suicidio por estrangulación."

"Por la tarde, Blandine Guérin, de Vaucé (Sarthe), se desnudó en la escalera y, desnuda como una pared de escuela, fue a ahogarse al pozo."

"Encendido por su hijo de 5 años, un cohete de señales ferroviarias estalló bajo las faldas de Mme Roger, en Clichy; el estrago fue considerable."

"Hizo falta una buena media hora para soltar a Inghels de los leños cuya pila le había caído rodando encima, en el muelle De Austerlitz."

"¡Vaya! ¡Unos niños encaramados a su pared! De ocho disparos, Olive, propietario de Tolón, los hizo salir. Corrían cubiertos de sangre."

"Una virgen de Djiajelli, de trece años, a la que pretendía un impúdico chusco de diez años, mató al chaval de tres puñaladas."

"El tenebroso merodeador divisado cerca de la estación de Herblay ha sido hallado: Jules Menard, cazador de caracoles."

"El 515 aplastó, en el paso a nivel de Monthéard (Sarthe), a Mme Dutertre. Accidente, se cree. Era muy desdichada."

"Catherine Rosello, vecina de Tolón, madre de cinco hijos, quiso esquivar un tren de mercancías. Le atropelló un tren de pasajeros."

"Xavier Dubreil, obrero de hilandería, descendía de un tren en Charmes, patria de Barrès. Un tren inverso le machacó."

"Una loca de Puéchabon (Hérault), Mme Bautiol, despertó a sus suegros a mazazos."

"Emilienne Moreau, de la Plaine-Saint-Denis, que se había tirado al agua, ayer saltó del cuarto piso. De momento, sigue viva."

"Suicidio a la carbonización: Mme Le Bise, de Landriec (Finistère) mojó sus faldas con petróleo y encendió una cerilla."

"¡Mira, ya no voy a molestaros más! Eso dijo Sormet, natural de Vincennes, a su mujer y al querido de esta. Y luego se saltó la tapa de los sesos."

Félix FÉNÉON, Novelas en tres líneas, Impedimenta, Madrid, 2011.

miércoles, 30 de marzo de 2011

YOURCENAR: El tío Henri

"No es precisamente un anormal, ni siquiera un retrasado mental o apenas. Los vecinos le llaman original. En cuanto pasó por la escuela parroquial, se percataron de que no había que soñar para Henri con el colegio Stanislas ni con los bancos de la Sorbona. Se sabía ya que iría envejeciendo allí, con la familia, sin pedirle gran cosa a la vida, sin molestar a nadie, contento de pasearse por la Gran Plaza. Cuando murió, se apresuraron a mirar dentro de sus armarios y muebles secretos. se esperaba encontrar en ellos estampas galantes y libros llamados frívolos. Lo que descubrieron fueron viejos panfletos liberales contra Bandiguet, así como unos tomos descalabados de Lereux y Proudhon. Es un cajón cerrado con llave había un cuaderno de colegial que en cada una de sus páginas, garabateado con rabia de arriba abajo, ponía: ¡Viva la República!"

Marguerite YOURCENAR, Archivos del Norte, Alfaguara, Madrid, 1985.

martes, 29 de marzo de 2011

KUNDERA: Es muss sein

A diferencia de Parménides, para Beethoven el peso era evidentemente algo positivo. "Der Schwergefasste Entschluss", una decisión de peso, va unida a la voz del Destino ("es muss sein"); el peso, la necesidad y el valor son tres conceptos internamente unidos: sólo aquello que es necesario, tiene peso; sólo aquello que tiene peso, vale. Esta convicción nació de la música de Beethoven y, aunque es posible (y puede que hasta probable) que sus autores hayan sido más bien los comentaristas de Beethoven y no el propio compositor, hoy la compartimos casi todos: la grandeza del nombre consiste en que carga con su destino como Atlas cargaba con la esfera celeste a sus espaldas. El héroe de Beethoven es un levantador de pesos metafísicos. Tomás partió hacia la frontera suiza y yo me imagino al propio Beethoven, melenudo y huraño, dirigiendo la orquesta de los bomberos locales y tocándole, para su despedida de la emigración, una marcha llamada «Es muss sein!». Pero luego Tomás atravesó la frontera checa y se topó con una columna de tanques soviéticos. Tuvo que detener el coche en un cruce de caminos y esperar media hora a que pasaran. Un horrible soldado en uniforme negro dirigía el tráfico en el cruce, como si todas las carreteras checas fueran de su propiedad."Es muss sein", repetía Tomás, pero pronto empezó a dudarlo: ¿de verdad tenía que ser así?

Milan KUNDERA, La insoportable levedad del ser, Tusquets, Barcelona, 1985.

lunes, 28 de marzo de 2011

YOURCENAR: La niña de Mont-Noir

"La niña que acaba de llegar al Mont-Noir es socialmente una privilegiada; seguirá siéndolo. No ha padecido la experiencia del frío y del hambre; no ha sufrido hasta ahora la tortura; no ha tenido que ganarse la vida en el sentido monótono y cotidiano del término, salvo en el transcurso de siete u ocho años todo lo más; no ha tenido que someterse, como millones de seres de su tiempo, a trabajos concentracionarios, ni tampoco, como otros millones de personas que se creen libres, ha tenido que ponerse al servicio de máquinas que fabrican en serie cosas inútiles o nefastas, futilidades o armas. No se verá apenas obstucalizada, como tantas mujeres en nuestros días, por su condición de mujer, quizá porque no se le ha ocurrido ni siquiera la idea de que pudiera ocurrirle. Contactos, ejemplos, favores (¿quién sabe?) o un encadenamiento de circunstancias que se prolonga tras ella en la lejanía le permitirán almacenar poco a poco una imagen del mundo menos incompleta que aquella que su joven tía, en 1866, anotaba en su grueso carné. Caerá y volverá a levantarse con las rodillas despellejadas; aprenderá, no sin esfuerzos, a utilizar sus propios ojos y luego, igual que los buceadores, a permanecer con ellos abiertos."

Marguerite YOURCENAR, Archivos del Norte, Alfaguara, Madrid, 1985.

viernes, 25 de marzo de 2011

KOESTLER: Horrar y Bapán

"Y siguió hablando de sí mismo, sin comprender que el tema no era tan interesante para los demás como para él."
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"Se me ocurrió que tal vez un día los criminales fueran arrojados al espacio mediante cohetes interplanetarios, en vez de ser colgados o electrocutados."
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"Los judíos habían sido perseguidos durante unos veinte siglos y no había motivos para suponer que no serían perseguidos durante el vigésimo primero."
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"Decía el doctor Johnson: No existe nada que no admita ser defendido mediante una serie de argumentos plausibles."
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"Ni me distinguí ni me puse en ridículo, lo que me infundió una agradable sensación de normalidad."
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"No se puede gobernar sin culpa, dijo Saint-Just."
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"Leí algunos cuentos sobre la vida en el gueto. Exhalaban un aire rancio, saturado de olores de callejuelas angostas, de ropa de cama sin ventilar, de estrechez mental y maneras de ser tortuosas; aparecían salpicados de toques de humor rancio, basado en el desprecio de sí mismo."
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"Sus intelectos se nutrían de ejercicios escolásticos basados en comentarios de comentarios de comentarios de la Biblia."
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"Protestaban ante la discriminación racial y afirmaban inmediatamente su superioridad racial, basada en el trato de Jacob con Dios."
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"En esos días era apenas un poco más difícil comprar a los magistrados, cuyo salario mensual durante la inflación equivalía más o menos al precio de medio kilo de mantequilla, que comprar a sus esposas y sus hijas en los bares de la Kärntnerstrasse."
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"Era feo, de corazón afectuoso, atormentado y sincero."
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"Era la plegaria de un automóvil recién fabricado que salía de la fábrica una mañana helada. Su motor funcionaba por primera vez; su cuerpo temblaba de miedo ante el camino que lo esperaba."
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"Todos parecían cansados y físicamente exhaustos; agobiados ante sus platos, con los codos en la mesa, sorbían la sopa en silencio, demasiado cansados para hablar."
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"La dialéctica marxista es un método que permite a un idiota parecer notablemente inteligente."
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"Un día que me sentía solitario, recogí en la calle un perro abandonado; me lo llevé a casa y compartí con él mi pan. Durante dos días no me dejó un solo instante; al tercer día desapareció y no lo vi nunca más."
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"Uno de sus pasatiempos favoritos era elaborar noticias apócrifas."
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"Un desayuno regular simboliza el comienzo de un día de trabajo."
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"Si uno habla de revoluciones, piensa en revoluciones y sueña con revoluciones durante treinta años, ningún poder en la tierra podrá impedirle hacer una revolución."
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"No fue necesario explicar a los directores y a los corresponsales extranjeros que debían cambiar de rumbo. Una vez establecido el tono, todos siguieron la insinuación, de manera automática y por instinto. Si alguien los hubiera acusado de cambiar de convicciones, lo habrían negado, sinceramente indignados."
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"Me pregunto, de paso, cómo se llamarán dentro de veinte años los diversos Stalingrados, Stalinogorsks, plazas Stalin, bulevares Stalin y fábricas Stalin."
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"Sabía que estaba enamorado porque el más audaz de mis deseos era poder tomar su mano entre las mías."
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"Y estar sometidos a las reglas de un juego que en todo momento ponía en la estacada la vida entera de un hombre."
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"Juci adoraba a Zsuzsa. Zsuzsa odiaba a Juci, y sentía unos celos mortales de ella. Juci no paraba de enviarle flores en nombre de Németh, porque este siempre se olvidaba de hacerlo."
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"Occidente era mentalmente incapaz de creer en las truculentas historias sobre las atrocidades nazis y en sus fantásticos planes de dominación mundial, que parecían sacados de una novela de ciencia ficción."
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"El artículo explicaba que dialécticamente los nazis habían sufrido una derrota, ya que sólo habían obtenido un noventa por ciento de los votos en lugar del noventa y ocho por ciento que habían pronosticado jactanciosamente que obtendrían."
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"Escribo como habla un tartamudo. sudo para escribir a mano cada palabra de forma lenta y dolorosa, tachando y reescribiendo todo el tiempo."
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"Había adquirido el hábito de encender una cerilla tras otra mientras hablábamos sentados a la mesa de un café, hasta que ya no quedaba ninguna en la caja. Sacaba la primera cerilla, la encendía y, antes de que se apagara, prendía con ella la siguiente, y así sucesivamente, mientras contemplaba abstraído la pequeña llama amarilla."
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"Conducía a delegaciones parlamentarias británicas a través de una España potemkinizada, explicándoles que las iglesias quemadas de Cataluña habían sido destruidas por bombardeos aéreos que nunca habían tenido lugar."
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"A los sastres de Varsovia, los abogados de Praga y los estudiantes del Talmud de Jerusalén, les llevó un tiempo adquirir el placer de arrojar bombas de gelignita. Al cabo de un año ya lo habían adquirido y con ánimo vengativo."

Arthur KOESTLER, Memorias, Lumen, Barcelona, 2011.

jueves, 24 de marzo de 2011

CAVAFIS: Demetrio Soter

¡Cada intento suyo resultó fallido!
Es igual: él hizo lo posible,
luchó cuanto pudo.
Y, en su negra decepción,
ya sólo piensa en una cosa
con orgullo: que, incluso en su fracaso,
muestra al mundo su propia bravura indomable.

C.P. Cavafis, Antología poética, Alianza, Madrid, 1999.

miércoles, 23 de marzo de 2011

ZWEIG: Mendel el de los libros

"Yo me había olvidado de Mendel el de los libros durante años. Precisamente yo, que debía saber que los libros sólo se escriben para, por encima del propio aliento, unir a los seres humanos, y así defendernos frente al inoxerable reverso de toda existencia: la fugacidad y el olvido."
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"Una vez en el interior, se reveló como el típico café de arrabal, con ese estilo casi esquemático, burgués, de los de la antigua Viena, lleno a rebosar de gente normal que consumía más periódicos que bollería."
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"Había pasado más de treinta años leyendo en aquella mesa cuadrada."
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"Sentí un regusto amargo en los labios. El regusto de la fugacidad. ¿Para qué vivimos, si el viento tras nuestros zapatos ya se está llevando nuestras últimas huellas? Durante treinta años, tal vez cuarenta, una persona había respirado, leído, pensado, hablado, en aquella habitación de unos cuantos metros cuadrados, y bastaba con que pasaran tres o cuatro, que viniera un nuevo faraón,y ya no se sabía nada de José."

Stefan ZWEIG, Mendel el de los libros, Acantilado, Barcelona, 2009.

martes, 22 de marzo de 2011

BERNHARD: Karajan, genio o charlatán

"Con su entusiasmo y porque empezaba unos segundos antes que los demás, Paul arrastraba a toda la Opera. Por otra parte, con sus primeros silbidos se hundían las escenificaciones más grandiosas y las más costosas, porque él lo quería, porque estaba precisamente de ese humor. Durante decenios, los vieneses no se dieron cuenta de que el autor de los triunfos en la Opera era en fin de cuentas Paul, lo mismo que el autor de los naufragios de la casa del Ring, los cuales, cuando él quería, no hubieran podido ser más radicales, más aniquiladores. Sus pros y sus contras en la ópera nada tenían que ver con la objetividad, sólo con su arbitrariedad, con su volubilidad, con su locura. Muchos directores de orquesta a los que no podía soportar cayeron en Viena en su trampa, y los silbó y abucheó, realmente con espuma en la boca. Sólo con Karajan, al que odiaba, fracasó. El genio de Karajan era demasiado grande para que Paul pudiera siquiera molestarlo. A Karajan lo he observado y estudiado durante decenios y es para mí el director de orquesta más importante del siglo, con Schuricht, al que yo amaba. A Karajan lo admiraba yo por experiencia ya desde la infancia, tengo que decir, y lo he estimado tanto por lo menos como todos los músicos con los que Karajan ha trabajado nunca. Paul odiaba a Karajan por todos los medios a su alcance y, por su odio consuetudinario, sólo lo calificaba de charlatán; yo sólo veía en él, por mi propia contemplación durante decenios, al primero de los trabajadores de la música del mundo entero y, cuanto más famoso se hacía Karajan, tanto mejor se volvía, lo que mi amigo, como todo el resto del mundo musical, no quería comprender. Desde mi infancia he visto desarrollarse y perfeccionarse el genio de Karajan, y fui testigo de casi todos los ensayos de conciertos y óperas que dirigió en Salzburgo y Viena. Los primeros conciertos que oí en mi vida los dirigió Karajan, las primeras óperas que oí, también Karajan. Así tuve, tengo que decir, desde el principio, unas buenas condiciones para mi progreso musical. El nombre de Karajan garantizaba de antemano una furiosa pelea entre Paul y yo y, mientras Paul vivió, nos peleamos una y otra vez por Karajan. Pero ni yo había podido convencer a Paul, con mis pruebas en relación con Karajan, del genio de Karajan, ni Paul a mí con sus pruebas en contra de Karajan, es decir, de que era un charlatán."

Thomas BERNHARD, El sobrino de Wittgenstein, Anagrama, Barcelona, 1988

lunes, 21 de marzo de 2011

KOESTLER: Levantando el velo de las novicias...


"Habían puesto a mi disposición un coche. El automóvil era un enorme Isotta Fraschini, un modelo especialmente diseñado y construido para el antiguo primer ministro, don Alejandro Lerroux. Al parecer, Lerroux había sido uno de esos envidiables ancianos que a la edad de Matusalén seguían siendo un peligro para las jovencitas.
El automóvil estaba provisto de cortinas color lavanda no sólo en las ventanillas, sino también en el cristal que separaba al conductor de los asientos de atrás, que podían combinarse para formar una especie de sofá. El automóvil poseía además un panel con una serie de botones en una de las puertas traseras, mediante los cuales don Alejandro podía dar instrucciones al chófer. Las señales eran: Más deprisa, Más despacio, Parar, Marcha atrás y Apagar luces.
Había otro botón más, oculto a la vista. Cuando se apretaba, se encendía una luz roja sobre el asiento del conductor. Entonces el chófer apagaba el motor, se bajaba, abría el capó, trajinaba con el carburador y luego informaba que el coche se había averiado, que se veía obligado a ir a pie hasta el próximo pueblo, casi a diez kilómetros, para obtener ayuda, pero que, por fortuna, quedaba algo de champán en la cesta de picnic para aliviar la espera de don Alejandro y la señorita."

Arthur KOESTLER, Memorias, Lumen, Barcelona, 2011.

domingo, 20 de marzo de 2011

TOLSTOI: Primavera

"En vano los hombres, amontonados por centenares y miles sobre una estrecha extensión, procuraban mutilar la tierra sobre la cual se apretujaban; en vano la cubrían de piedras a fin de que nada pudiese germinar en ella; en vano arrancaban todas las briznas de hierba y ensuciaban el aire con el carbón y el petróleo; en vano cortaban los árboles y po­nían en fuga a los animales y a los pájaros; la primavera era la primavera, incluso en la ciudad. El sol calentaba, brotaba la hierba y verdeaba en todos los sitios donde no la habían arrancado, tanto en los céspedes de los jardines como entre las grietas del pavimento; los chopos, los álamos y los cerezos desplegaban sus brillantes y perfumadas hojas; los tilos hin­chaban sus botones a punto de abrirse; las chovas, los gorriones y las palomas trabajaban gozosamente en sus nidos, y las moscas, calentadas por el sol, bordoneaban en las paredes. Todo estaba radiante. Únicamente los hombres, los adultos, continuaban atormentándose y tendiéndose trampas mutuamen­te. Consideraban que no era aquella mañana de primavera, aquella belleza divina del mundo creado para la felicidad de todos los seres vivientes, belleza que predisponía a la paz, a la unión y al amor, lo que era sagrado e importante; lo im­portante para ellos era imaginar el mayor número posible de medios para convertirse en amos los unos de los otros."

Lev TOLSTOI, Resurrección

sábado, 19 de marzo de 2011

SCHOPENHAUER: Música


"Cuando oigo música, mi imaginación juega a menudo con la idea de que la vida de todos los hombres, la mía propia, no es más que sueños de un espíritu eterno, buenos o malos sueños; de que cada muerte es un despertar."

martes, 15 de marzo de 2011

STENDHAL: El pintor de paisajes

"Bonaparte había encontrado en su campaña de Mincio a un joven francés, pintor de paisajes, que recorría los alrededores del lago de Garda haciendo estudios. Al general le impresionó el raro buen sentido y la impasibilidad del pintor, al que nada parecía emocionar ni nada deslumbrar.
-Si queréis ser oficial -le dijo Napoleón-, ahora hay muchas plazas vacantes; os tomaré conmigo.
-Yo quiero ser pintor -repuso joven-, y lo que acabo de ver de los horrores de la guerra, de los estragos que determina forzosamente y sin que pueda echársele la culpa a nadie, no me hacen cambiar de opinión sobre este oficio grosero y que muestra al hombre en un feo aspecto: el del interés personal, exaltado hasta el furor, y en medio del cual el teniente ve caer sin pesar por su parte al capitán, su amigo íntimo..."

STENDHAL, Memorias sobre Napoleón, Aguilar, Madrid, 1988.

martes, 8 de marzo de 2011

YOURCENAR: Cuentos orientales

"Cuéntame otra historia. Que sea la historia más hermosa y menos verdadera posible."
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"Acudía a las casas de té para seguir la moda, y favorecía moderadamente a bailarinas y acróbatas."
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"Aquella noche, Ling se enteró con sorpresa de que los muros de su casa no eran rojos, como él creía, sino que tenían el color de una naranja que se empieza a pudrir."
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"Su discípulo Ling desleía los colores y este trabajo exigía tanta aplicación que se olvidó de verter unas lágrimas."
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"Estas gentes no están hechas para perderse por el interior de una pintura."
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"Donde seis mil monjes con flotantes barbas oran todavía hoy por la salvación de sus piadosos protectores, los príncipes de Trebisonda, cuya raza se ha extinguido seguramente hace siglos."
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"Le faltó a la Ilíada una sonrisa de Aquiles."
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"Los italianos insultan a los eslavos, los eslavos a los griegos, los alemanes a los rusos, los franceses a Alemania, y a Inglaterra, casi tanto como a esta última."
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"Lloro porque me dan miedo los jabalíes, los demonios, el deseo de los hombres y los fantasmas de los muertos."
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"No me quejo de que las cosas, los seres, los corazones sean perecederos, puesto que parte de su belleza se compone de esta desventura. Lo que me aflige es que sean únicos."
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"El único nombre que Genghi había olvidado era precisamente el suyo."
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"El arrepentimiento te enseña la inutilidad de arrepentimiento."
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"Incluso llegaba a decir que no le gustaba pintar a los animales porque se parecían demasiado a los hombres."
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"Me has mentido, Wang-Fô, viejo impostor: el mundo no es más que un amasijo de manchas confusas, lanzadas al vacío por un pintor insensato, borradas sin cesar por nuestras lágrimas."

Marguerite YOURCENAR, Cuentos orientales, Alfaguara, Madrid, 1993.

domingo, 6 de marzo de 2011

YOURCENAR: Adriano

"Tratemos de entrar en la muerte con los ojos abiertos."
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"He llegado a la edad en que la vida, para cualquier hombre, es una derrota aceptada."
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"Ciertas porciones de mi vida se asemejan ya a las salas desmanteladas de un palacio demasiado vasto, que un propietario venido a menos no alcanza a ocupar por entero."
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"Jamás mordí la miga de pan de los cuarteles sin maravillarme de que ese amasijo pesado y grosero pudiera transformarse en sangre, en calor, acaso en valentía."
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"Si por casualidad un hombre se confiesa, aboga por su causa, con su apología pronta."
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"Quince años en el ejército duraron menos que una mañana de Atenas."
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"Este desdén por las modas contemporáneas le ahorraba muchos errores de gusto."
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"Casi todos lo que los hombres han dicho de mejor lo han dicho en griego."
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"Los sé vanos, ignorantes, ávidos, inquietos, capaces de cualquier cosa para triunfar, para hacerse valer, incluso ante sus propios ojos, o simplemente para evitar sufrir."
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"Y pocos hay que no puedan enseñarnos alguna cosa. Nuestro gran error está en tratar de obtener de cada uno en particular las virtudes que no posee, descuidando cultivar aquellas que posee."
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"Mi vida era igualmente misteriosa para ellas; no querían conocerla, prefiriendo soñarla de la manera más arbitraria."
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"Iba a cumplir cuarenta años. Si sucumbía en esa época, de mí sólo quedaría un nombre en una serie de altos funcionarios."
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"He comprendido que pocos hombres se realizan antes de morir, y he juzgado con mayor piedad sus interrumpidos trabajos."
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"Lo esencial es que el hombre llegado al poder haya probado luego que merecía ejercerlo."
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"Cada uno de nosotros posee más virtudes de lo que se cree, pero sólo el éxito las pone de relieve."
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"Se insulta al prójimo cuando se desdeñan sus alegrías."
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"Siempre hay alguien pronto a reprocharnos nuestras debilidades."
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"Advierto una objeción a todo esfuerzo por mejorar la condición humana: la de que quizá los hombres son indignos de él."
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"Mis vendimias estaban hechas; el mosto de la vida llenaba la cuba."
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"Fanático, no tenía la menor idea de que pudiera razonarse sobre premisas diferentes de las suyas."
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"Una ciudad más, un refugio para los fraudes de los mercaderes, las exacciones de los funcionarios, las prostituciones, el desorden, y para los cobardes que lloran a los muertos antes de olvidarlos."
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"Tuve intención de escribir una obra asaz ambiciosa, parte en prosa y parte en verso, donde quería hacer entrar a la vez lo serio y lo irónico, los hechos curiosos observados a lo largo de mi vida, mis meditaciones, algunos sueños."
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"Toda tolerancia acordada a los fanáticos los mueve inmediatamente a creer que su causa merece simpatía."
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"Pasamos toda una noche discutiendo el mandamiento que exige amar al prójimo como a uno mismo; yo lo encontraba demasiado opuesto a la naturaleza humana como para que fuese obedecido por el vulgo, que nunca amará a otro que a sí mismo, y tampoco se aplicaba al sabio, que está lejos de amarse a sí mismo."
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"Nuestros débiles esfuerzos por mejorar la condición humana serían proseguidos sin mayor entusiasmo por nuestros sucesores; la semilla del error y la ruina, contenida hasta en el bien, crecería en cambio monstruosamente a lo largo de los siglos."
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"Natura deficit, fortuna mutatur, deus omnia cernit. La naturaleza nos traiciona, la fortuna cambia, un dios mira las cosas desde lo alto."
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"Lo miraba vivir. Mi opinió sobre él se modificaba de continuo, cosa que sólo sucede con aquellos seres que nos tocan de cerca; a los demás nos contentamos con juzgarlos en general y de una sola vez por todas."
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"Pero los dioses no se levantan, no se levantan para prevenirnos, ni para protegernos, ni para recompensarnos, ni para castigarnos."
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"Él sabe que lo que verdaderamente cuenta es lo que no figura en las biografías oficiales, lo que no se inscribe en las tumbas."

Marguerite YOURCENAR, Memorias de Adriano, Círculo de Lectores, Barcelona, 1988.

miércoles, 2 de marzo de 2011

KAPUSCINSKI: La jungla polaca

"No veo personas muertas en ninguna parte, pues la entierran enseguida, tan sólo cadáveres de caballos, como si se tratase de una guerra equina."
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"En muchas culturas africanas está extendida la creencia de que el ser humano muere definitivamente sólo cuando muere la última persona de las que lo han conocido y recordado."
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"Traían el olor a campo, la estupefacción de provincianos y una férrea voluntad de empollones."
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"En los exámenes se sentaban en el borde de la silla, construían frases con tremendo esfuerzo, se secaban en los pantalones las manos sudorosas."
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"Me apasionaban las personas que ansiaban llegar a ser algo por su propio esfuerzo, que no sólo estudiaban, sino que también tenían que luchar."
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"Él saca una caja de cerillas y empieza a quemarlas, prendiendo una tras otra, una vieja costumbre suya: quemar cerillas durante la conversación. Sostiene una entre los dedos y contempla la llama. Cuando la cerilla se apaga, saca una nueva. En los días de muchos nervios, las gasta por cajas enteras."
***
"Se vino conmigo a Wroclaw, a mi buhardilla, donde la esculpí. Los títulos de los trabajos debían tener un significado, así que lo llamé Muchacha después del trabajo y lo llevé a la exposición. El jurado rechazó la escultura, aduciendo que emanaba demasiada religiosidad. Anduve abatido, no me encontraba a gusto en ningún sitio. Pasé horas tumbado en la cama, completemente aturdido. Por fin se me ocurrió una idea loca. Pedí al conserje el carrito, cargué la escultura y fui a la curia diocesana. Les dije: Cómprenla, señores, la figura se llama La Virgen esperando la Anunciación. Deliberaron un buen rato, pero finalmente no me la compraron. Emana demasiado realismo socialista, adujeron."
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"Cuando se quiere sacar de una persona un pedazo inmenso de verdad, hay que tener una pregunta como un arpón. Una capaz de penetrar lo más hondo posible y arrancar esa verdad de las entrañas. No tengo preguntas así. Las mías son banales, fútiles, no tardarán en evaporarse en el aire."
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"Alguien ha dicho con acierto que este pueblo vive atrapado por su historia. Que nuestra historia ha trabajado denodadamente por el eterno éxito de Kraszewski."
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"Allí estaba aquella vida que cada uno de nosotros se representaba a su manera: la alegría y la tristeza, la lluvia y el sol, el tranvía, el Sputnik, los primeros narcisos de las nieves, un estudio de Chopin, una mujer en la cama, la película El salario del miedo, el Utrillo del periodo blanco, un cuarto de litro de vodka bebido de un solo trago, un paseo con el niño, la de trigo que me crecerá en verano, los pechos de Gina Lollobrigida, o de Hanka, o de Krysia, o de Stefa, separaciones y reconciliaciones, Berlín, los planes de Nasser, una lavadora, una discusión con el director, un par de zapatos del todo decentes por trescientos cuarenta zlotys, los celos, el diploma de ingeniero, la muerte de un tío, una bañera llena de agua caliente, una paga extra el día de la Fiesta Minera, una jarra de cerveza, de nuevo eres mía, el Diccionario de extranjerismos (segunda edición), una persona caminando por la calle..."
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"Empezamos a pensar en otros soldados, en los soldados rasos de todos los ejércitos del mundo. En nuestro Bozym, que en aquella noche endemoniada estaba de guardia; en el Vania que en aquel momento sacaba brillo a su metralleta en Chukotka; en los soldados de Fidel Castro, que sin duda bebían hasta emborracharse, pues no en vano habían sudado tanto. Pensamos en los fusileros hindúes haciendo cola ante la olla de rancho y en el recluta ghanés que restregaba su barriga por la ciénega tras oír la voz de mando: ¡Cuerpo a tierra!"

Ryszard KAPUSCINSKI, La jungla polaca, Anagrama, Barcelona, 2008.

DOMOSLAWSKI: Kapuscinski non-fiction

"Era consciente de que tenía mucho que decir de cosas que otros ignoraban por completo."
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"Se indignaba ante la vista de periódicos con el nombre de Kapuscinski desperdigados por el suelo, que se podían pisar impunemente o forrar con ellos el cubo de la basura."
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"Había en todo aquello un cierto elemento religioso, un intento de creer en algo."
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"Lo sabía, pero, como decía el camarada Gomulka, la persona sabe tanto cuanto quiere saber."
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"No le quedará más remedio que ir a trabajar a una escuela donde tendrá que vérselas con un montón de niños malcriados."
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"Cuando la escritura empieza a cuajar, le anuncia solemnemente que a partir de entonces todo irá bien, que el viento ya hincha las velas. Le lee la primera frase y ella pega un salto de alegría. La euforia dura... hasta el siguiente párrafo. Siempre había escrito despacio, a duras penas cumplía con las cuotas exigidas por la redacción. Lo que quería era escribir bien, no mucho. Por eso ganaba una miseria."
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"Empatía con los pobres, protesta moral contra las potencias coloniales, postura de cierto distanciamiento respecto al Occidente capitalista, actitud crítica hacia el eurocentrismo, así como interés por la alteridad."
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"Ambas redacciones se encontraban en el Palacio de la Cultura y la Ciencia, la del Po Prostu en el quinto piso y la del Polytika en el undécimo. La gente del Po Prostu tenía tanta tirria a los del Polytika que, cuando en cierta ocasión se quedaron sin vasos en la redacción y el director administrativo quiso pedírselos prestados a sus colegas del Polytika, seis pisos más arriba, la plantilla convocó una reunión para discutir la idea, que finalmente fue rechazada tras una votación."
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"Muchos amigos y conocidos de Kapuscinski lo consideraban un catastrofista, en el sentido de que era capaz de inflar los pequeños sucesos hasta otorgarles dimensiones inimaginables y presentar los temores cotidianos como si fueran el fin del mundo."
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"Alardea de que, a diferencia de la mayoría de los intelectuales, no pasa las noches en vela, sino que se va a dormir pronto y se levanta temprano."
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"No escribo nada porque no quiero escribir mal, y no soy capaz de escribir bien. Parálisis, vacío en la cabeza. Falta de energías. Desmoronamiento."
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"Escribe estos relatos desde la perspectiva de una persona que se asombra."
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"El silencio es señal de una desgracia y, a menudo, de un crimen."
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"Debe trabajar en profesiones sin relación con el arte y realizar sus ambiciones creadoras en su tiempo libre, después del trabajo."
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"Se sabía de principio a fin que todos iban a morir. Ellos también lo sabían. Porque allí es obvio que, si uno parte, ya no volverá."
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"Le gustaba hacer referencia a los rumores, incluso a los más inverosímiles, porque opinaba que forman parte del paisaje social, nos hablan de cómo es la conciencia de la gente en un lugar y un momento determinados, y por tanto constituyen un hecho social."
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"Tantos días perdidos en escribir una página. Paso en mi mesa entre siete y ocho horas, pero consigo trabajar con provecho apenas tres o cuatro. En las demás horas paso a limpio, sueño, leo."
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"Y, como un chirriante contrapunto, una amarga cita de Eliade: Mis mejores libros serán escritos por otra persona."

Artur DOMOSLAWSKI, Kapuscinski non-fiction, Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2010.

martes, 1 de marzo de 2011

REICH-RANICKI: Las trompas, más alto

Uno de los invitados que han quedado en mi memoria fue el director Heinz Bongartz, titular de la Dresdner Philharmonie. Se me ocurrió la idea de no limitarme a grabar una conversación con él sino, también, un fragmento de su ensayo con los músicos de la Filarmónica de Varsovia. El programa ofrecía la Sinfonía en re mayor de Schubert. En el primer movimiento, nada más concluir el famoso pasaje para trompa, Bongartz golpeó la batuta insatisfecho: "No, señores míos, no es así. Lo que tocan aquí las trompas es el sentimiento romántico, alemán, de la naturaleza. Les ruego que interpreten este magnífico pasaje con más fuerza e intimidad. Con más sentimiento, señores míos. Es preciso que suene más lleno y con mayor potencia. Aquí, en este pasaje, se han de ver los bosques alemanes". El primer violín, que hacía de intérprete, se levantó, se dirigió al grupo de instrumentistas de viento, y dijo en polaco: "Las trompas, más alto". Como Bongartz se hallaba en ese momento anotando algo en su partitura, no debió darse cuenta de que la traducción de sus deseos al polaco había resultado sorprendentemente corta. Hizo que tocaran el pasaje otra vez, y volvió a dar unos golpes: "Muy bien, señores trompistas, ha sido magnífico; eso era exactamente lo que quería". En años posteriores, siempre que he oído a músicos de orquesta quejarse de directores que hablaban mucho, no he podido menos de pensar en Heinz Bongartz y aquel primer violín polaco que demostró ser un maestro en resúmenes escuetos: "Las trompas, más alto".

Marcel REICH-RANICKI, Mi vida, Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2000.