-¿Alborotas y te enojas al discutir? Luego no tienes razón.
-Es que hablo con imbéciles.
-Pues entonces el imbécil eres tú al intentar persuadirles a gritos. El buen argumento, como el proyectil de las armas modernas, debe salir de la mente sin humo, sin fuego y con el menor ruido posible.
Santiago RAMÓN Y CAJAL, Charlas de café, Espasa-Calpe, Madrid, 1978.
-Es que hablo con imbéciles.
-Pues entonces el imbécil eres tú al intentar persuadirles a gritos. El buen argumento, como el proyectil de las armas modernas, debe salir de la mente sin humo, sin fuego y con el menor ruido posible.
Santiago RAMÓN Y CAJAL, Charlas de café, Espasa-Calpe, Madrid, 1978.