Nuestra cultura es masoquista por definición y, muchas veces, lo único que esperamos de la vida son palos y fracasos. Es más, toda nuestra educación gira en torno a ello. ¿Con qué derecho podemos condenar los gustos alternativos de esa gente, cuando son gustos pactados, que no afectan a la libertad del otro?
Valérie TASSO, Al otro lado del sexo, Plaza y Janés, Barcelona, 2006.