Estaba en la escuela y era un pésimo alumno. No me gustaba estudiar. Recuerdo que me sentía muy atraído por la maestra. Ella llevaba gafas, el pelo perfectamente recogido e iba enfundada en un traje con falda ceñida, que le caía más abajo de la rodilla. Siempre llevaba medias de nailon de color carne y tacones altísimos. Un día me castigó muy duramente, ya sabes, golpeándome los nudillos con una regla, como se hacía antiguamente. Tuve una sensación muy placentera durante el castigo.
Valérie TASSO, Al otro lado del sexo, Plaza y Janés, Barcelona, 2006.