— ...Así, se entiende que cuando aumentamos el número de variables, los axiomas en sí no sufren cambios. Por ejemplo...
La señora Underwood alzó la mirada, alarmada, al tiempo que se ajustaba las gafas en la nariz.
—¿Tiene usted un pase de administración, señor Decker?
—Sí —respondí, y saqué la pistola de la cintura. Ni siquiera sabía con certeza si estaba cargada hasta que sonó el disparo. Le di en la cabeza. La señora Underwood no llegó a enterarse de qué le había sucedido, estoy seguro. Cayó de lado sobre el escritorio y luego rodó hasta el suelo. Y aquella expresión expectante jamás se borró de su rostro.
Stephen KING, Rabia, Plaza y Janés, Barcelona, 1998.
La señora Underwood alzó la mirada, alarmada, al tiempo que se ajustaba las gafas en la nariz.
—¿Tiene usted un pase de administración, señor Decker?
—Sí —respondí, y saqué la pistola de la cintura. Ni siquiera sabía con certeza si estaba cargada hasta que sonó el disparo. Le di en la cabeza. La señora Underwood no llegó a enterarse de qué le había sucedido, estoy seguro. Cayó de lado sobre el escritorio y luego rodó hasta el suelo. Y aquella expresión expectante jamás se borró de su rostro.
Stephen KING, Rabia, Plaza y Janés, Barcelona, 1998.