Recordó una historia de las que contaba la vieja tata: hablaba de un hombre prisionero en un oscuro castillo, vigilado por gigantes malvados. Era muy valiente y muy astuto, así que engañó a los gigantes y consiguió escapar. Pero nada más salir del castillo, los otros se lo llevaron y se bebieron su sangre roja y caliente.
George R.R. MARTIN, Choque de reyes, Gigamesh, Barcelona, 2003.
George R.R. MARTIN, Choque de reyes, Gigamesh, Barcelona, 2003.