Creo que en una o en dos ocasiones me preguntó si estaba trabajando en un libro nuevo y me parece que le respondí... Y una mierda, eso es mentira, ¿vale? Una mentira tan arraigada que ahora incluso me la digo a mí mismo. Por supuesto que me lo preguntó, y yo siempre le decía que sí, que estaba trabajando en un libro nuevo y que iba bien, muy bien. Más de una vez hubiera querido decirle: "No puedo escribir dos párrafos seguidos sin quedarme física y mentalmente paralizado: mi ritmo cardíaco se duplica, luego se triplica, me cuesta respirar y empiezo a jadear; tengo la sensación de que los ojos me van a saltar de sus órbitas y a quedarse colgando sobre mis mejillas. Me siento como un claustrofóbico en un submarino que se hunde. Así es como me va, gracias por preguntar", pero nunca se lo dije. Yo no pido ayuda. Soy incapaz de pedir ayuda.
Stephen KING, Un saco de huesos, Plaza y Janés, Barcelona, 1999.
Stephen KING, Un saco de huesos, Plaza y Janés, Barcelona, 1999.