Ese día, la tarde prometía ser larga. Podía irse a casa y ver la tele, pero su padre había bloqueado todos los canales interesantes después de descubrir que George había estado grabando los capítulos de Boardwalk Empire, donde salían demasiados gángsters y demasiadas tetas para su gusto.
Stephen KING, Área 81, Plaza y Janés, Barcelona, 2012.