Jorge Luis BORGES: "Nadie puede leer dos mil libros. Yo no habré pasado de una media docena. Además no importa leer, sino releer."

lunes, 2 de enero de 2012

BUKOWSKI: No estoy preparado para escribir una novela

Cuando llegamos no había dormido ni cagado en cinco días y apenas podía caminar. Era pasado el mediodía. De todos modos, me gustaba estar de nuevo andando por las calles.

SE ALQUILAN HABITACIONES. Subí y llamé al timbre. En estos casos, uno siempre coloca la maleta fuera de la vista de la persona que va a abrir la puerta.

—Busco una habitación. ¿Cuánto cuesta?

—Seis dólares y medio a la semana.

—¿Puedo verla?

—Claro.

Entré y subí las escaleras detrás de ella. Tendría unos cuarenta y cinco años, pero su culo se movía graciosamente. He seguido a tantas mujeres de este modo por las escaleras, siempre pensando que si una agradable dama como ésta se ofreciera a cuidar de mí y alimentarme con guisos calientes y sabrosos y limpiarme los calcetines y los calzoncillos, aceptaría al instante.

Abrió la puerta y miré dentro.

—Muy bien —dije—, está muy bien.

—¿Tiene usted algún trabajo?

—Trabajo propio.

—¿Puedo preguntarle qué hace?

—Soy escritor.

—¿Oh, ha escrito usted libros?

—Oh, todavía no estoy preparado para una novela. Sólo escribo artículos, colaboraciones para revistas. No muy buenas, pero me voy ganando la vida.

—Está bien. Le daré la llave y le haré la ficha.

La seguí escaleras abajo. El culo no se movía tan garbosamente bajando las escaleras como subiéndolas. Le miré la nuca y me imaginé besándola detrás de las orejas.

—Yo soy la señora Adams —dijo—. ¿Cómo se llama usted?

—Henry Chinaski.

Charles BUKOWSKI, Factotum, Anagrama, Barcelona, 2000.