Jorge Luis BORGES: "Nadie puede leer dos mil libros. Yo no habré pasado de una media docena. Además no importa leer, sino releer."

martes, 9 de julio de 2013

VELÁSQUEZ: Una buena reputación de gran tirador

La amistad con Daniel Ortega le facilita inmensamente el desarrollo de sus actividades. Tal es la relación con el jefe sandinista que, estando en una base militar junto con él e Iván Marino Ospina, Pablo les propuso dispararle a una botella, para ver quien tenía mejor puntería. Los dos hombres aceptaron el reto entre risas. Una botella fue colocada a 30 metros de distancia, en lo alto de un estacón de la alambrada de púas. Ortega le facilitó una pistola a Iván Marino, de un subalterno suyo. Le pidieron a Pablo que disparara primero; éste no se hizo rogar y sacó la suya que siempre lo acompañaba; dió en el blanco disparando con naturalidad. Una nueva botella se colocó; el turno fue para Ortega, errando su disparo; le siguió Iván Marino, quien igualmente no dio en el blanco. Los tres se miraron, una sonrisa de triunfo se dibujo en los labios de Pablo. Éste apunto de nuevo su arma a la botella y Ortega le dice: "¡Pablo no quede mal, no lo intente de nuevo que ya lo logró!" Iván Marino le da la razón a Ortega. El Patrón sin contestar nada, dispara, dando de nuevo en el blanco; esto le valió una buena reputación de gran tirador entre los dos líderes de izquierda.

Astrid LEGARDA, El verdadero Pablo,  Dipon/Gato Azul, Bogotá, 2005.