Jorge Luis BORGES: "Nadie puede leer dos mil libros. Yo no habré pasado de una media docena. Además no importa leer, sino releer."

lunes, 4 de julio de 2011

SETH: Desde el lago del Cielo

"Hay que vigilar al extranjero todo el tiempo, de modo que no vea demasiado, no actúe demasiado por su cuenta ni influya en la conducta de los habitantes locales."

"Los tratados de las dos potencias imperiales dejaron sin resolver el litigio fronterizo y, por causa de él, han luchado a sangre y fuego sus dos sucesores socialistas."

"Un niño prorrumpe en sollozos y es consolado con un trozo de albaricoque seco. Las moscas se posan sobre él en el acto. Las moscas de Dunhuang son monstruosas e innumerables."

"Nuestro guía nos proporciona nombres y fechas que se escapan directamente de mi cabeza, se evaporan."

"Toda la China rural está prohibida, excepto los lugares pintorescos famosos o -de modo ocasional- algunas comunas modelo."

"Una agente amable y servicial más allá de lo obligado."

"A veces me parece que vago por el mundo sólo para acumular material para futuras nostalgias."

"No hay variación básica en el diseño de los apartamentos para trabajadores, las oficinas gubernamentales, los parques, las librerías y ni siquera las farolas. El Estado realiza casi todas las construcciones modernas: hace falta pensar y gastar mucho menos si es posible poner en práctica el mismo diseño en todas partes."

"Se debate el sistema gubernamental de asignación de empleo. ¿Qué empleo se me asignará cuando vuelva a casa? Cuando digo que yo mismo me buscaré uno, despierto un asombro y un interés considerable."

"Vino de lejos sin otra intención que ver el antiguo templo y lo vio y lloró."

"Como en toda China, parte del atractivo de sentarse detrás del volante es el placer de poder darle a la bocina, una facultad que se ejerce al máximo incluso de noche."

"Si doy el regalo ahora al señor Ho, quizá lo considere inadecuado ya que mi caso está bajo consideración. Si se lo doy después de conseguir la aprobación especial de salida, podría considerarlo una recompensa; de nuevo algo inadecuado. Pienso que la única circunstancia apropiada en que puedo entregárselo es en el caso de que no me concedan el permiso para salir por el Tíbet."

Vikram SETH, Desde el lago del Cielo. Viajes por Sinkiang, Tíbet y Nepal, Ediciones B, Barcelona, 1998.