Jorge Luis BORGES: "Nadie puede leer dos mil libros. Yo no habré pasado de una media docena. Además no importa leer, sino releer."

sábado, 2 de junio de 2012

ROMERO: Presentación del cuento La leona de piedra



Hola, buenos días.

Quisiera empezar agradeciendo a los coordinadores la oportunidad que me han dado de participar en este libro. Decía Borges que toda obra humana es deleznable, pero que su ejecución no lo es. Yo podría decir que participar en esta presentación no tiene importancia, que si pudiera, habría evitado estar aquí; sólo tiene importancia el tiempo que pasé inventando esta historia, escribiéndola, corrigiéndola.

Mi cuento se titula La leona de piedra. Evidentemente, he utilizado como imagen la Leona de Porcuna, aunque supongo que podría haber tomado como base cualquier otra estatua ibérica... sin cabeza.



Hace años, cuando estaba en la universidad, visité el museo de Jaén. Recuerdo que el profesor nos llamó la atención sobre el hecho de que se han conservado muy pocas estatuas ibéricas completas. Todas presentan mutilaciones, están rotas, casi todas han sido decapitadas. Al parecer, ya en la Antigüedad fueron destrozadas la mayoría. Los responsables fueron los propios iberos. A veces olvidamos que los túrdulos, los oretanos, todos los iberos eran amantes de la guerra; a los nobles les gustaba ser representados como guerreros. Cuando había un conflicto entre dos ciudades vecinas, los santuarios, situados fuera de las murallas, solían sufrir la ira de los invasores. En mi cuento, sin embargo, se sugiere que la destrucción de estatuas iberas nada tiene que ver con el vandalismo.



Por otro lado, desde siempre he sentido curiosidad por la guerra civil. En el occidente de la provincia de Jaén, el frente permaneció más o menos estable durante dos largos años. Los libros de historia no suelen mencionar los combates aquí, en esta área, a no ser los relacionados con el asedio del Santuario de la Virgen de la Cabeza. Se ocupan de las batallas en torno a Madrid, en el Norte, en Aragón, en el Ebro, pero casi nunca tratan los frentes secundarios.

En mi cuento, se explica lo que sucede cuando unos soldados se pierden en la tierra de nadie y, accidentalmente, encuentran una tumba ibérica que está protegida por una amenazante leona de piedra.