Se cuenta la historia de un Robinson judío perdido en una isla desierta y que, durante su espera, construyó varios edificios. Un día apareció a lo lejos un barco y atracó en la isla. Cuando el capitán visitó las obras del solitario se quedó maravillado de su trabajo.
-Ésta es mi casa y aquélla mi sinagoga, mi casa de oración.
El capitán se admiró.
-¿Y aquello qué es? -preguntó, señalando una construcción imponente.
-Es una segunda sinagoga.
-¡Pero está loco! ¿Por qué tener dos?
-La otra es muy diferente. Es la sinagoga a la que no voy.
Shafique KESHAVJEE, El Rey, el Sabio y el Bufón, Destino, Barcelona, 1998.