Escribí relatos de aventuras, novelas de crímenes, comedias satíricas, cuentos que me habían referido antiguos esclavos y veteranos de la Guerra Civil. Al principio, fue muy divertido. Dejó de serlo cuando averigüé la diferencia entre escribir bien y escribir mal; y luego hice otro descubrimiento más alarmante todavía: la diferencia entre escribir bien y el arte verdadero; es sutil pero brutal.
Truman CAPOTE, Música para camaleones, Anagrama, Barcelona, 2002.
Truman CAPOTE, Música para camaleones, Anagrama, Barcelona, 2002.