La jueza Mercedes Alaya es presencia diaria en los medios por ser la instructora del caso de los ERE irregulares de Andalucía. Mantiene su pelo oscuro, sin experimentos juveniles, y con un aspecto que conjuga impecable con implacable. La jueza Merdeces casi siempre presenta el mismo bolso y el mismo trolley presuntamente cargado de los papeles del caso. El bolso es de tamaño normal, color albero, y consigue pasar sin pena ni gloria. La maleta, en cambio, parece más propia de una diva. E incrementa la vergüenza socialista ante su caso de supuesta corrupción administrativa gracias a su tamaño. La jueza la exhibe como si fuera un nuevo mazo justiciero.
Boris IZAGUIRRE, ¡Ay, si los bolsos hablaran!
El País, sábado 17 de marzo de 2012.
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