Jorge Luis BORGES: "Nadie puede leer dos mil libros. Yo no habré pasado de una media docena. Además no importa leer, sino releer."

viernes, 20 de abril de 2012

LEE: Matar un ruiseñor


Cuando nos regaló los rifles de aire comprimido, Atticus no quiso enseñarnos a tirar. Tío Jack nos instruyó en los rudimentos de tal deporte, y no dijo que a Atticus no le interesaban las armas, Atticus le dijo un día a Jem:

—Preferiría que disparaseis a los botes vacíos en el patio trasero, pero sé que perseguiréis a los pájaros. Matad todos los arrendajos azules que queráis, si podéis darles, pero recordad que matar un ruiseñor es pecado.

Aquella fue la única vez que le oí decir a Atticus que esta o aquella acción fuese pecado, e interrogué a miss Maudie sobre el caso.

—Tu padre tiene razón —me respondió—. Los ruiseñores no se dedican a otra cosa que a cantar para alegrarnos. No devoran los frutos de los huertos, no anidan en los arcones del maíz, no hacen nada más que derramar el corazón, cantando para nuestro deleite. Por eso es pecado matar un ruiseñor.

Harper LEE, Matar un ruiseñor, Plaza y Janés, Barcelona, 1996.